Senderismo en solitario, te encuentras contigo

Cuando haces una salida de senderismo con amigos o con un grupo, normalmente la charla distendida, los chistes y anécdotas de los compañeros hacen que la ruta sea más llevadera, si tienes un problema te ayudan, …, pero cuando te enfrentas a la ruta en solitario nuestra mente nos lleva a ver la ruta con otros ojos, no hay nadie que te anime, nadie que te pueda ayudar, eres tú contra el camino, pero no todo es malo. Porque no es todo malo, pues nuestra mente se pone a pensar, a idear nuevas rutas, nuevos cambios, …

Yo hago muchas salidas sólo, casi todas, no porque no me guste salir con nadie, al revés, me encantan, pero yo veo estas salidas como el momento que dedico a mi, en el que pongo mi cabeza al día, en el que me pongo nuevos proyectos, y sobre todo me olvido, me olvido de todo.

Pero si algo me gusta de ir solo en las salidas es el saber animarme, cuando no puedo más soy yo el que me tengo que decir “adelante, sigue, que ya te queda poco”. El sábado 7 cuando estaba haciendo la etapa de la ruta por la provincia de Cádiz: “Jerez – Puerto Real”, me decía, “que estas haciendo, estas loco, 25 kilómetros con la que está cayendo”.

A mitad de camino, cuando estaba por El Puerto de Santa María, me decía “la rodilla te duele, cuando llegues a la Estación de tren coges el primer tren y te vuelves, que todavía te quedan muchos kilómetros”.

Pero por otro lado, me decía “hacía tiempo que no salía con lluvia, tengo que repetirlo más”, “la semana que viene los 25 km se quedan cortos”, al llegar a la Estación, ni la miré sólo pensé “sigue adelante que eres capaz de llegar a Puerto Real y más”.

En los 25 kilómetros y las casi cinco horas que duró la ruta, pensé mucho, pensé en como podía mejorar la web, en breve habrá noticias, en como podía hacer las etapas que me iban quedando, en la salida larga de ayer, en cómo …

Estaba en mi mundo, estaba yo conmigo mismo.

Muchos, sobre todo algunos de mi familia me preguntan, no es mejor ir con otros, la respuesta es sencilla, SI, pero …, siempre le respondo que hay un pero, si voy acompañado no puedo ser yo, no puedo pensar en mi, en mis proyectos (esta web nació después de una ruta, concretamente de la primera que publiqué: “Camino de Santiago: Etapa Cádiz – Puerto Real”), no tengo libertad para pararme y hacer una foto o me apetece tomarme un café en esta venta, hay que estar pendiente de los demás, …

Creo que es imprescidible de vez en cuando ver tu mundo desde fuera, qué has vivido, como, verlo con una lijera perspectiva y seguir.

Pues lo dicho, me gusta ir acompañado, pero también me encanta ir solamente acompañado de mis pensamientos.

¿Has vivido algún tipo de experiencia similar a la que he compartido con vosotros/as? Cuéntanosla 


¿Te ha gustado este post?, puedes visitar al resto de post de nuestros blog y también puedes ver nuestras rutas, que seguro que hay algo más de tu interés.

Además puedes hacer suscriptor, en el lateral, y recibir semanalmente nuestro boletín de noticias con artículos sobre material, consejos, opinión y rutas.

También puedes patrocinar nuestras rutas y poner tu establecimiento en nuestras recomendaciones.

Categoría:

Esta entrada tiene un comentario

  1. Teresa

    Hola compañero/a,
    Justo estaba buscando alguien que viviera en solitario la naturaleza al hacer senderismo, y me he encontrado con tu blog. Te cuento pues: este sábado salí con un grupo de ocho (no muchos) a una ruta por la sierra de Guadarrama, en Madrid. Cuando llegué a casa apenas podía recordar los sitios por los que había pasado, y si recordaba alguno no rememoraba las sensaciones, el disfrute del brillo del sol sobre las charcas, el sonido del viento entre las ramas, el misterioso espacio que te rodea cuando vas en solitario. También me cansé mucho más físicamente que si hubiera ido yo sola; las conversaciones, los chistes y todo eso que surge está fenomenal, pero agota un poco, no caminas igual, no te retroalimentas con todo lo natural que te rodea, con el delicioso silencio o el tenue lenguaje de las hojas. En definitiva, conoces a gente que quizás no vuelvas a ver y te pierdes la grandeza, esa con la que siempre hay que comulgar en silencio.
    Así que he decidido seguir con mis rutas en solitario y sobre todo, evitar pensar luego, al volver a casa cansada, ay, los demás van en grupo y yo siempre sola. No, no, no, debo recordar que en grupo está bien, pero es sólo un 10% de lo que yo vivo al salir al monte sola con mi mochila.
    Un abrazo.

Deja un comentario

Novedades en la web

Nuestro blog

Conoce las últimas novedades de nuestra web