La provincia de Cáceres situada en el norte de Extremadura nos deleita con numerosos espacios naturales, en los que perdernos nos dará la opción de encontrar lugares increíbles. Hablamos de parajes como el Valle del Jerte, Valle del Ambroz o Sierra de Gata, aunque hoy nos centraremos en un lugar declarado Geoparque Mundial Unesco desde el año 2015, Villuercas Ibores-Jara.
En esta gran extensión encontramos una de las rutas más famosas de Extremadura, la que usaron los Reyes Católicos de España para llegar a Guadalupe a visitar su gran monasterio declarado Patrimonio de la Humanidad por la Unesco.
Ruta “Isabel la Católica”
La ruta de la que hablaremos hoy es la de “Isabel la Católica” que empieza en la población de Cañamero y llega hasta Guadalupe, el pueblo más bonito de España en 2019.
Con una duración de 17 kilómetros y dificultad baja es sin duda la ruta más famosa para los senderistas y peregrinos. Transcurre a través de zonas de jaras y arbustos, pasando por bosques de castaños y robles, siempre acompañados de vistas espectaculares y bajo la mirada del gran Pico Villuercas de más de 1600 metros de altitud.
La ruta comienza en Cañamero, precioso pueblo en pleno Geoparque, caracterizado por su gran Vino de Pitarra, famoso en toda la región. Abandonaremos el pueblo por la parte baja del pueblo, en busca del PR-CC 242 que encontraremos pasado la Charca de la Nutria, piscina natural del río Ruecas. A unos 100 metros se encuentra la cueva de la chiquita, tiene numerosas pinturas rupestres con acceso gratuito y al aire libre.
Visitada la cueva volvemos unos metros sobre nuestros pies y cruzaremos río Ruecas por una pequeña esclusa con una barandilla, que en verano se cierra para poder crear la piscina natural.
Llegados a este punto comenzamos a ganar altura con rampas del 16% y 18% que nos harán entrar en calor rápidamente. En los puntos con una mayor dificultad hay instalados unos cables de acero para facilitar la subida a nuestro siguiente punto, Embalse Cancho del Fresno.
Tomaremos el camino que rodea al embalse durante varios kilómetros, deleitándonos con sus espectaculares vistas de la Sierra de la Madrila y la Sierra del Águila.
Dejando a lo lejos la presa del embalse, comenzarán los carteles informativos que nos indicarán por donde continúa la ruta. Un desvío nos adentrará en la Sierra del Águila cambiando por completo la vegetación que llevábamos viendo hasta el momento, pasando a ser jaras y arbustos en su mayoría.
Desde este punto y hasta llegar al Castaño del Abuelo será todo subida y nuestro primer punto de parada será a 1 kilómetro de tomar el desvío, en la Cruz de Andrade.
Colocada por el hijo de un vendedor de pieles de la localidad de Cañamero, asesinado por los ladrones que asediaban este camino, ya que los mercaderes venían de vender sus productos en el mercado de Guadalupe. Tiene un pequeño texto en la cruz, donde relata a la perfección la historia.
Pasado la Cruz de Andrade, llegamos al punto más duro de la ruta, durante 3 kilómetros subiremos rampas de hasta el 20% hasta llegar a nuestra siguiente parada, el Melonar de los Frailes. Lugar donde hay una gran cantidad de piedras que caen hasta ladera abajo. Es un paso delicado para los tobillos.
Cuenta la leyenda que se llama así dado que los frailes que iban a rezar a la virgen en el monasterio de Guadalupe, al llegar a ese punto del camino y dada la dureza de la subida, tenían alucinaciones y veían melones en donde había realmente piedras.
Castaño del Abuelo
Una vez hecha la foto de recuerdo seguimos subiendo ahora por caminos forestales hasta llegar al Castaño del Abuelo, del cuál nos separa una valla que cruzaremos un poco más adelante y deberemos volver hacia atrás para contemplarlo.
Es el punto a mayor altitud y parada obligatoria para fotografiarse dentro del castaño. Hace 10 años un rayo cayó encima de él, partiéndolo y quemando parte de él. Aunque hoy en día vuelve a florecer y presenta un estado envidiable.
Pasado el castaño, seguiremos los hitos y paneles informativos ahora si, bajando por pistas forestales que pasan por zonas de cerezos, castaños y robles.
Nuestro siguiente punto, a unos 3 kilómetros de Guadalupe, será la ermita de Santa Catalina, desde la cual tenemos una de las mejores vistas de toda la ruta y desde la que podemos contemplar el magnífico Monasterio de Guadalupe.
Guadalupe
Empezaremos a encontrarnos fincas y chalet, lo cual indica que estamos cerca del pueblo. Cruzando el río Guadalupejo empezamos una pequeña subida ya por las calles del pueblo hasta la llegada a la Plaza de Santa María de Guadalupe, lugar donde terminamos nuestra ruta y donde encontraremos el Real Monasterio de Guadalupe.
La historia cuenta que en el S.VIII cuando los árabes conquistaron la península unos clérigos escondieron una imagen de la virgen junto al río Guadalupe. Con la reconquista, fue encontrado por un pastor a la orilla del río al cual se le apareció la virgen y le pidió que construyera una capilla para rendirle culto. Al año de su construcción el rey Alfonso XI lo amplió con una iglesia mudéjar que declaró santuario real.
Llegados a este punto, comentaros que esta ruta es muy especial, señalizada en todo momento y muy concurrida por senderistas que realizan la ruta para conmemorar a la Virgen de Guadalupe, patrona de Extremadura.
El Geoparque Villuercas Ibores-Jara es un lugar INCREÍBLE para desconectar de la gran ciudad y conectar con la naturaleza.
Aquí nos despedimos de la ruta de “Isabel la Católica”, contaros que tenemos muchos más lugares desconocidos en nuestro blog de viajes www.contaldeviajar.blogspot.com
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